WAVE RIDER 28

Pros: 

1 - Una de las opciones del mercado más seguras y fiables para los que buscan un modelo rodador.

2 - El drop de 12mm puede beneficiar a gente con problemas de fascitis.

3 - La Wave sigue entre su mediasuela y lo cierto es que ayuda y mucho a guiar la pisada en carrera sin generar sensación de inestabilidad (también en terrenos fuera del asfalto)

4 - Lo del Enerzy Nxt no es cambio enorme, pero si es cierto que en el aterrizaje puede parecer tener un tacto sensiblemente más suave.

5 - El diseño y la geometría de la suela pueden beneficiar también a corredores con leve pronación, no únicamente a gente.

6 - Horma anchita y base anchita. Perfecto para rodajes largos y para corredores que necesiten un extra de espacio en la zona delantera.


Contras: 

1 - Todo lo nuevo en términos de amortiguación se encuentra en el talón. Si tu pisada tiende a ser más adelantada, no le sacarás provecho a todo lo nuevo.

2 - El sobrante de los cordones una vez tensados es demasiado largo.

3 - Ventilación del upper. Es correcta, pero no suficiente para según que días de verano. Elegir el calcetín correcto jugará un papel importante en ello.

4 - Sigue manteniendo ese tacto denso y estructurado de siempre a lo largo de toda su mediasuela. Digamos que la espuma no es de esas rebotonas. No es algo malo, simplemente queremos que lo tengas en cuenta a la hora de elegir.

Alguna noche hemos soñado con una Mizuno Wave Rider distinta… Una Wave Rider sin Wave, con una espuma blanda y rebotona, con perfiles maximalistas, con un drop más bajo… ¿Alguna vez lo has soñado tú también?

Pasan las versiones y la cosa sigue más o menos por el mismo camino. Pero…¡Qué buen camino! Hay quienes querrían una Rider rejuvenecida y completamente transformada, pero hay otros muchos (y créenos que son muchísimos), que quieren una Rider como “la de siempre”, la que no falla.

La Mizuno Wave Rider 28 sigue siendo de las zapatillas que no fallan. Una zapatilla que si ya conoces de que va y además te gusta, repites. Drop de 12mm, amortiguación muy marcada en el talón y una pisada estable y segura para acumular kilómetros sin cesar.

Con la incorporación del Mizuno Enerzy Nxt en la zona inferior del talón como gran aliciente, digamos que la nueva Rider 28 mantiene lo de siempre, pero suaviza sensiblemente ese primer impacto contra la superficie. Lo dicho, el cambio puede no ser extremadamente notorio sobre todo si eres de los que entra con el medio pie o la zona delantera del pie, pero sí que a la larga y sobre todo, para los que tiendan a talonear un poco más, se convertirá en una mejora que seguro, agradeceréis.

Ya os hemos dado una primera pincelada de para quien creemos que irá mejor esta zapatilla. El propósito de la Rider es el de convertirse en la mejor aliada para entrenar diariamente en corredores de todos los niveles y características.

Por la morfología y sobre todo por su estructura, la Rider 28 es una opción ideal para aquellos que busquen mucha protección trasera. Sus 12mm de drop son imposibles de esconder y de hecho, ya cuando te la pones transmiten esa sensación de ir sensiblemente levantados en esa parte trasera.

En carrera son unas zapatillas con buena amortiguación y estructuradas. El peso del corredor en ese aspecto no es demasiado determinante. Por amortiguación la zapatilla va orientada tanto a runners de peso ligero, de peso medio como también algunos (según cuales) de peso elevado. Recordad que la zapatilla seguidamente más amortiguada de la Rider sería la Wave Sky o la Wave Horizon.

El combo de espumas más la placa Wave que esconde su interior, hacen de la Rider una zapatilla muy estable. La parte alta de la mediasuela en el talón, más toda la zona delantera, cuentan con el Mizuno Enerzy. En el talón, además de la Wave plate de Pebax, tenemos justo por debajo de ella, una porción del nuevo Mizuno Enerzy Nxt.

Esta combinación genera un tacto tirando a denso debido a la densidad de sus materiales. Es probable que, los que entréis más con el talón, saquéis más provecho a esta configuración dado a que el compuesto digamos que estrella, se encuentra en la zona trasera de la mediasuela. Si de lo contrario tiendes a pisar más adelantado, notarás una espuma sensiblemente más firme pero ojo, más reactiva. El Mizuno Enerzy protege bien y aunque es más firme que muchos otros compuestos del mercado, tiene un puntito de vitalidad que puntualmente nos puede venir bien.

Por su parte, la placa Wave que define como a ninguna otra esta zapatilla, es quien genera mayor control de la pisada en carrera. La transición es homogénea y la estabilidad sale muy reforzada. De hecho, para corredores que pronen levemente, esta zapatilla les irá más que de sobras.

Por lo que observamos (comparado con la Rider 27), la placa se ha estirado un poco más hacia la zona del centro y se ha aproximado un poquito más hasta la base de la zapatilla. Es una placa plástica, no de carbono, con lo cual tiene cierto juego y maleabilidad. Aunque es algo imposible de percibir, entendemos que la marca lo ha hecho para mejorar sus prestaciones.
 

Justo el día que salimos a grabar las imágenes para esta review, coincidió con un entrenamiento de cierta intensidad. Algunas de nuestras caras lo dicen todo…

Al principio, sobre todo si vienes de utilizar otro tipo de zapatillas más rápidas, la Rider puede parecer una zapatilla algo sosa. Pero dales unos cuantos kilómetros, te lo aconsejamos. Pasarás de estar “aclimatándote” a tener una zapatilla que, aunque pasen los kilómetros, se mantiene bien a puesto y tiene un repunte de dinamismo.

A ritmos más altos, es una zapatilla que por sus características, podría limitarte sensiblemente. Cuando vamos más rápidos, por pura inercia, tanto el cuerpo como la pisada tienden a adelantarse, y en un modelo donde gran parte de sus materiales recaen en el talón, podria ser menos eficiente que con otro tipo de zapatillas. Aun así, nosotros hemos corrido rápido con ellas, y ojo que sorprendentemente, aun siendo unas zapatillas de 12mm de drop y orientadas al rodaje, responden bastante bien a ritmos entre 4’15-4’20”/km.

Aún así, si te la tenemos que recomendar para unos intervalos de ritmo concretos, nosotros te diríamos que entre 4’40”/km y 5’30”/km por ejemplo, es donde mejor funcionan. Evidentemente si tus ritmos son más lentos, perfecto, ningún problema. Pero por nuestra experiencia con ellas y por nuestras capacidades en carrera, ese sería la horquilla en la que la recomendaríamos.

En el upper la marca nipona no ha apostado por un gran cambio en términos de materiales manteniendo un engineered Jacquard, pero sí es cierto que ha modificado un elemento que particularmente, nos gusta. Observa bien el collar, seguro que lo habías visto en otros modelos de otras marcas.

La zona trasera sube hasta bien arriba protegiendo un poco más el Aquiles. Normalmente la Rider venía con un collar más redondeado y bajo, y esta vez, la marca ha preferido una construcción más moderna y a nuestro punto de vista, más funcional ya que te da mayor seguridad y al mismo tiempo, te ayudará también a poner y quitarte la zapatilla.

El resto de upper cuenta con una malla mesh cómoda en su interior pero no extremadamente transpirable durante los días de más calor. De funcionar funciona, y de hecho, lo que destacamos más de ella es el nivel de protección y amabilidad de su interior.  En la zona delantera nada restringe el espacio, y concretamente en esa parte, hemos notado un pelín más de espacio de lo habitual en Riders anteriores. ¿Pies anchos? ¡No problem!

En el medio pie todo queda en su lugar. La sujeción es muy correcta y, aunque los cordones quedan excesivamente largos una vez realizado el nudo, cumplen perfectamente con su función de tensionar y evitar que el pie baile una vez puestos en carrera.
 

Uno de los puntos positivos de la placa Wave, es que parece “guiar” el pie a medida que se suceden los kilómetros. Aunque no te lo parezca, esa es su función. Esto que podria parecer una tontería, es algo a tener muy en cuenta sobre todo si tenemos pensado realizar con ella tiradas de cierto volumen.

Para que os hagáis una pequeña idea, nuestros entrenamientos con ella no han sobre pasado los 16km de distancia, pero con esa distancia ha sido más que suficiente para darnos cuenta de ella y encontrarle el sentido a esta Wave que Mizuno lleva trabajando tantísimos años. No es algo nuevo, ya lo conocemos de todas y cada una de las Rider que hemos probado aquí en ROADRUNNINGReview, con lo cual, ya sabemos de qué va la cosa.

La Wave Rider 28 puede servirte para completar tu primer 10k como también para completar tu primer maratón. Como cabe de esperar, no le pediremos ni grandes ritmos ni grandes intensidades, pero si priorizas la seguridad y un modelo que cumpla, este es de esos infalibles.

En la suela, el caucho X10 es otro de los protagonistas. Durable a más no poder. Han sido entrenamientos por asfalto y también por pista de grava, y no podemos ponerle demasiadas pegas. Si es cierto que en la parte trasera justo donde coincide la Wave y donde queda un surco marcado, se nos clavaron un par de piedrecitas en un entrenamiento por ese terreno menos compacto, pero sobre el asfalto puro y duro, no sucederá.

En cuanto a la durabilidad de la goma, nada más lejos de la realidad. Unos 70-80km con ellas y te aseguramos que, si le damos un manguerazo para limpiar el polvo, parecería de estreno. El estado del microtaco en la zona delantera está literalmente como el del primer día.

La distribución de la goma a lo largo de la suela es prácticamente completa. A penas hay zonas descubiertas de material, lo que da claros indicios de lo que Mizuno persigue con una construcción de este estilo en una zapatilla tan reconocida por sus bondades en términos de durabilidad y desgaste.