CUSHION BARCELONA

Pros:

1 - Perfecta zapatilla para iniciarse en el running y no querer desembolsar mucho dinero.

2 - Protegidas y bien estructuradas para mantenernos seguros

3 - La suela y su agarre se comportan bien en cualquier superficie, incluso en terrenos de grava.

4 - El diseño y sus colores han despertado la curiosidad a más de uno


Contras:

1 - El peso. Estamos ante una zapatilla que en nuestra 11US (45eu) pesa 375gr

2 - Poco divertida en carrera. Exigirle un poco de alegría durante el entrenamiento cuesta lo suyo.

3 - Los cordones no hacen bien su función. Por mucho que aprietes, no da la sensación de ajuste que nos gustaría.

4 - El upper no es demasiado ventilado. El tejido plástico y la cantidad de protecciones hace que el pie no transpire en días de mucho calor.

El running es un deporte que está en pleno auge. Las marcas más consolidadas del sector no hacen más que lanzar nuevos modelos y versiones para seguir sumando ventas y número de zapatillas vendidas. ¿Pero y que sucede con las marcas no tan famosas?

Kelme es una de ellas, al menos dentro del running, y precisamente esta marca de origen valenciano, aprovecha para lanzar su primer modelo enfocado puramente al corredor de asfalto.

La nueva Kelme Cushion Barcelona es una zapatilla que combina diseño (muy singular, por cierto) junto a rendimiento y polivalencia para correr.

Se trata de una zapatilla que, durante los inicios de la prueba, cuando estaba limpia y reluciente, despertó la curiosidad a más de un viandante que cruzaba por nuestro camino. ¿Serán sus colores? ¿Será la expectación por ver algo totalmente nuevo?

Kelme lanza un primer modelo de running. La Cushion Barcelona es la mejor posicionada de la marca para el runner principiante y aunque al corredor más pro y élite no llame demasiado su atención, estamos convencidos de que si lo hará en todo aquel corredor más o menos experimentado, que busque un modelo protegido y con cierta amortiguación para entrenar diariamente.

El diseño y los colores del arquitecto Antoni Gaudí se tatúan en la piel de estas Cushion Barcelona. Kelme ha querido dar un homenaje a la ciudad de Barcelona y lo ha hecho con esta zapatilla de running. ¿Qué te parece a ti el diseño? ¿Alguna vez has podido correr por Barcelona visitando los monumentos emblemáticos del arquitecto catalán?

Si no lo has hecho todavía tranquilo, nosotros lo haremos por ti.

Al recibirlas por primera vez nos quedamos varios minutos observando todos sus detalles. En la puntera, el “skyline” de la ciudad condal junto otros detalles que nos trasladaban (nosotros que somos de Barcelona) directamente hasta el parque Güell o la Sagrada Familia.

Su peso fue el primer pequeño hándicap que le vimos al cogerla. Evidentemente, este dato puede ser contraproducente si piensas en las Cushion Barcelona de Kelme como una zapatilla para días de calidad o competiciones a ritmos elevados. Pero por suerte, esta zapatilla no se destina a ello.

Para empezar a rodarlas, visitamos precisamente los exteriores de una de las grandes atracciones de la ciudad, la Sagrada familia. Al principio tuvimos que remontar varias calles hasta llegar a ella, pero la verdad es que ni el sobre peso, ni la poca reactividad de la espuma fueron un problema.

La amortiguación que lleva esta zapatilla es bastante generosa. La tecnología Cushion Tech es de tacto intermedio y la verdad es que en asfalto y tierra protege bien al pie en carrera. No tiene un súper rebote ni es súper dinámica, pero para el corredor ocasional que sale 2-3 veces por semana o alguno más intensivo que realicé más kilómetros, será suficiente para dar la estabilidad y seguridad necesaria en este tipo de salidas.

Salir a entrenar por el parque Güell fue una prueba para saber cómo protegía la mediasuela de la Cushion Barcelona respecto al suelo. Las zonas pisteras y la tierra no parecen ser un obstáculo para esta zapatilla y de hecho, a pesar de ser terrenos que pueden generar cierta inestabilidad, el perímetro amplio de la mediasuela hizo que nos sintiéramos verdaderamente seguros y confiados con ellas en el pie.

Desde el momento que las vimos por primera vez supimos rápidamente o nos imaginábamos, para qué uso estarían recomendadas las Kelme Cushion Barcelona.

Su extra de acolchados, su lengüeta contundente y sus refuerzos laterales hacen que correr con ellas a ritmos fáciles sea lo más cómodo. El paseo marítimo de la Barceloneta y sus playas han sido el lugar idóneo para mezclar tiradas más duraderas con otras más cortitas. La verdad es que siempre que busquemos ritmos controlados, no podemos ponerle demasiadas pegas a la zapatilla, menos todavía si nos fijamos en el precio de esta zapatilla.

Al principio, durante las dos tres primeras salidas notamos un dolor marcado en la cara externa del medio pie justo en el puente, pero con la adaptación a la zapatilla la molestia fue desapareciendo poco a poco.

El upper no es demasiado ventilado, de hecho, en algún punto pasamos calor. Una especie de mesh bastante recubierto y plástico se encarga y prioriza el dar soporte necesario en carretera.

Bien marcado y reforzado para que cualquier corredor, incluso aquel principiante que sea nulo de técnica pueda encontrar la seguridad necesaria para entrenar varios días por semana.

Sorpresa interesante la que nos ha dado la suela de esta zapatilla nueva de Kelme. Una goma de phylon recubre por completo esta suela y la verdad es que resulta segura tanto en suelo mojado como en zonas más complicadas como podrían ser parques o gravillas.

A la estabilidad que le da el perímetro y los bajos de esta Cushion Barcelona, se les une una placa de PVC metida en el talón. Se llama K-Torsion System y aunque exteriormente no se puede ver, parece cumplir con sus funciones a nivel de soporte.

La tirada más larga que hemos hecho con las Kelme ha sido de 19km. La sensación fue que el modelo responde siempre que tu prioridad sea la protección. Como comentábamos en el apartado de ritmos, y si tienes la oportunidad de probarlas, verás que arrancar a ritmos altos cuesta bastante.

A ritmos crucero por encima de 4’45/km la zapatilla se comporta bien, pero a ritmos más rápidos la zapatilla se termina convirtiendo en un pequeño “lastre” y la verdad es que el tacto de la mediasuela y su espuma se terminan incluso convirtiendo en duros a medida que pasan los kilómetros.

Y finalmente tenemos los clásicos 10mm de drop en una zapatilla de entrenamiento. Eso las convierte en una opción clara para corredores principiantes que empiecen a correr sus kilómetros diarios y necesiten de una pisada fácil y progresiva sin demasiadas complicaciones.

¿Qué os ha parecido el tour que hemos dado por Barcelona con las Kelme? ¿repetirías visita guiada con nosotros y con las Kelme Cushion Barcelona?