En estos modelos menos conocidos nunca sabemos muy bien lo que va a pasar, pero, parece ser que tenemos nueva versión:
ASICS GLIDERIDE MAX 2. Zapatilla que, aunque quizá no fue masiva, sí llamó la atención de quienes buscaban más opciones para tiradas largas.
En esta segunda edición,
ASICS continúa apostando por la tecnología
GUIDESOLE, ese diseño curvado y rígido en la mediasuela que, en teoría, ayuda a reducir la flexión del tobillo y hace que el pie “ruede” hacia adelante. No esperamos un cambio radical en sensaciones, pero sí una transición posiblemente más suave y progresiva gracias a la nueva disposición de espumas.
De hecho, uno de los puntos más llamativos es la combinación de
FF BLAST PLUS y
FF BLAST MAX. Sobre el papel, estas dos espumas deberían aportar una pisada amortiguada, algo más ligera y con un toque de reactividad en la zona delantera. Quienes busquen una experiencia tipo
Nimbus, pero quizá algo más rebotona.
Entre ambas espumas se mantiene una placa de
EVA prensada. No es una placa rígida tipo carbono, sino algo más suave, diseñada para ofrecer estabilidad, sobre todo para cuando las piernas empiezan a notar la fatiga.
El upper, por su parte, pasa a un
engineered woven que debería mejorar la transpirabilidad y el ajuste sin complicar demasiado la estructura. Visualmente y por construcción, recuerda a lo que hemos visto en
Nimbus y
Kayano: funcional, seguro y pensado para el día a día.
En la suela, mezcla
ASICSGRIP con
AHARPLUS, componentes que ya conocemos en
ASICS y nos parece que puede seguir funcionando la fórmula.
Por perfil de uso, la
Glideride Max 2 parece dirigida a quienes quieren sumar kilómetros con comodidad, eficiencia y buena amortiguación. No hablamos de una zapatilla agresiva o rápida, sino de una compañera de volumen donde el objetivo es llegar fresco y estable al final del entrenamiento.