ULTRAFLY 3

Pros:

1 - Upper es perfecto, buena transpirabilidad y ninguna molestia gracias sobre todo a su amplitud

2 - Una mejora considerable en la amortiguación gracias al nuevo Zip Foam, que mejora mucho la versión 2  y que tiene el tacto adecuado para una rodadora fácil como es esta.

3 - Base amplia con una pequeña doble densidad que proporciona estabilidad adicional

4 - Buena zapatilla para empezar a bajar de drops (tiene 5mm)


Contras:

1 - En algunas zonas como en la del arco, se siente mayor firmeza durante el impacto, en algún punto (al inicio) puede llegar  a ser molesto.

2 - Cordones largos si no les das un doble nudo

3 - Movimiento sutil en el talón si la sacas de sus ritmos habituales

4 - El clip trasero puede necesitar de unas salidas de adaptación para la gente que habitualmente corra con zapatillas sin piezas plásticas o muy marcadas

Una de esas marcas que mola llevar en tus pies y con las que la gente muchas veces te pregunta por su identidad es Topo Athletic. La marca americana tiene, además de pocos años de historia (nació en 2013), la singularidad de reflejo en el natural running pero sin llegar al extremo de Altra.

Con drops no superiores a los 5mm, Topo sitúa estas UltraFly 3 como la zapatilla de entrenamiento diario con un punto de estabilidad. Este viene dado claramente por dos elementos más que visibles en el exterior de la zapatilla. Por una parte, el contrafuerte plástico del talón y por la otra, la pequeña densidad mayor de espuma que encontramos en la cara interna de su mediasuela.

La zapatilla tiene un gran “gancho” llamado Zip Foam. De hecho, es el primer modelo que probamos de la marca que incorpora una mediasuela formada 100% con esta nueva espuma EVA (recordamos que las Zephyr únicamente llevan el chasis con este material).

El escenario cambia positivamente sin duda para la casa americana, que aunque cuenta con poco adepto en nuestro país, en Estados Unidos es tremendamente popular por todo aquel que busca una alternativa similar a Altra pero esta vez no tan intrusiva.

Nosotros te recomendamos estas UltraFly 3 como opción para la adaptación progresiva hacia los drops bajos. Esos 5mm son notables al inicio, pero los más de 28mm de perfil de la zapatilla, permiten correr protegido y con seguridad.

Con unos 280 gramos de peso, esta zapatilla es lo suficientemente ágil para entrenar a diario pero compacta para albergar una buena cantidad de amortiguación que te permita correr cualquier distancia más allá de los 20 kilómetros.

Con una hermana muy parecida pero teóricamente “neutra” llamada Magnifly, estas UltraFly 3 son la opción neutra aunque con soporte (ahora os lo contamos) dentro de Topo Athletic.

La verdad es que si, ambos elementos tangibles exterior e interiormente, son los causantes de notar de primeras cierta protección hacia la pronación, aunque la zapatilla no esté estrictamente catalogada como “pronadora”.

A medida que las salidas van cayendo y la zapatilla se amolda a nosotros, parece que la firmeza de la cara interior se disipa y ese punto de seguridad resulta ser necesario para salidas más enfocados en el consumo de kilómetros.

Para alguien que necesite soporte de primeras, está claro que esta zapatilla es la candidata perfecta dentro de la marca, pero para alguien neutro (como nosotros), creemos que este modelo puede ser también considerado, ya que su amplia plataforma en los metatarsos genera ese extra de estabilidad.

De hecho, en ese mismo sentido, hay que aplaudir el uso del nuevo Zip Foam a la zapatilla, que le aporta una sensación agradable sobre todo en la parte media y del talón donde se produce el impacto.

La doble densidad interior le da firmeza haciendo que en ningún momento la zapatilla nos baile y se sienta estable, además de contar con una base realmente ancha.

Por cierto, no queremos dejar de hacer especial mención a lo de las hormas en Topo. La sensación es de...¡Bfff! ¡Cuánto espacio! Por lo tanto, aquellos que temáis porque las zapatillas os oprimen la zona delantera, podéis estar más que tranquilos.

Dejando de lado lo tanqueta que fueron sus predecesoras, hay que agradecer el cambio que han pegado estas UltraFly 3. Diseño impecable y unas tonalidades que particularmente, nos han parecido muy conseguidas.

Look y corte tradicional para dar cabida a pies anchos y pies estrechos, pero en general a cualquiera que quiera probar una rodadora fácil pero esta vez, con un drop más bajo de lo habitual.

La verdad es que a la hora de pisar da bastante igual si eres taloneador, entras de medio pie o de metatarsos. La zapatilla se adapta bien a cualquiera de ellos sobre todo cuando el rodaje es fácil y los ritmos no son tremendamente alegres.  Uno de los hándicaps que hemos tenido ha sido precisamente al tirar a ritmos inferiores de 4’20/km donde la parte trasera del collarín, permite un pequeño desajuste ya que no termina de fijarse de la manera que nos gustaría.

La intrusión del Zip Foam hace que te olvides del terreno, ya os decimos que no lo notaréis a su paso. Un toque entre firme y blando, está en un mix que permite rodar cómodo e incluso charlar con tu compañero mientras das zancadas, pero a la vez, gracias a su puntito de chispa, ser mínimamente dinámico si en alguna sesión intensa lo necesitas.

Otra de las cualidades que nos han asombrado es la comodidad de su upper, y si alguien dice lo contrario, ¡Qué hable ahora o calle para siempre!

 Simple, pero sin costuras y bastante abierto, este nos ha hecho olvidar (literalmente) que llevábamos las zapatillas en los pies mientras cocinábamos al llegar de un entrenamiento. ¿Os ha pasado eso alguna vez con alguna zapatilla?  

Con cuerpo y estructura, esta es una zapatilla con la que probar, si será tu primera vez, un medio o porque no maratón completo con un drop algo inferior.

Ya hemos comentado antes que esta zapatilla es perfecta para ir bajando progresivamente la altura entre talón y puntera, y además sin pasar por un tiempo de “tortura”. A veces bajar el drop supone rampas, cargas y molestias en muchos otros músculos, pero la verdad es que nosotros no hemos tenido ninguna de estas.

Fácil acostumbrarse también gracias a que la zapatilla cuenta con lo que necesitas para no desviarte del camino. Amortiguación generosa mínimamente controlada, con una densidad palpable en la zona del arco y en la zona del upper, una presión que va de menos a más a medida que nos acercamos a la zona del talón.

La suela segmentada permite una flexibilidad más que notoria y en la que tenemos además unos surcos lo suficientemente anchos para que no se nos cuelen piedrecitas en ellos. En agosto no ha caído ni una gota de agua en la zona donde vivimos, pero sí que pudimos estrenarlas en zonas de bosque y la tracción fue más que decente.