RUN

Pros: 

- El funcionamiento tanto del táctil como de los botones, es súper fluido. Además, es súper reactivo al "giro de muñeca" en carrera. 

- Tamaño y diseño. Es perfecto si no quieres que tu muñeca quede eclipsada por tu reloj. Además, para correr en asfalto, es más que ideal. 

- Suunto necesitaba tener un reloj así entre su colección para cubrir las necesidades del corredor de asfalto. 

- Ojo, 249€ por un reloj con todo lo que incorpora (+ pantalla AMOLED y GPS doble banda) no es ninguna broma. 

- Perfecto seguimiento de tracks a pesar de no contar con mapas "offline"

- Buena precisión en cuánto a distancia marcada, precisión de la ruta y ritmos. 

- Los Widgets que incorpora para tener un mayor seguimiento de tu día a día (fuera del entrenamiento) es completo y permite tener información de manera clara y fácil desde el propio reloj. 

- Personalización de pantallas muy detallada. Puedes modificar las pantallas no solo por el modo genérico de deporte, sino también por las disciplinas de cada modalidad deportiva.


Contras:

- Marcar el "lap" manual cuando estas metido en plena serie obliga a apretar dos veces el botón. Una para despertar el reloj y otra para marcarla manualmente. Nos han dicho que esto cambiará en breve. 

- La vibración para advertir del cambio de intervalo. Ni te das cuenta y es muy floja. 

- Precisión del sensor óptico sin banda de frecuencia cardíaca. Hemos tenido varios picos inesperados.

- La posición de los botones hace que según como flexes la muñeca de manera inconsciente, se activen algunas funcionalidades. Es cierto que puedes modificarlo mediante ajustes de pantalla, pero de ser así, los botones en el lado izquierdo no son "ergonómicos" si llevas el reloj en la muñeca izquierda. 

- Por ahora no cuenta con Suunto ZoneSense ni Suunto plus.

- La pantalla de intervalos queda demasiado cargada de información dificultando incluso la lectura de algunos parámetros. 

- Autonomía correcta, pero no creas que si te vas 4-5 días fuera, te olvidarás de llevarte el cable de carga en tu mochila. 

- Longitud de las correas nylon.

El Suunto Run es el primer reloj 100 % pensado para el corredor de asfalto de la casa finlandesa, y eso se fácilmente identificable en algunos aspectos de su diseño: pantalla de tamaño más que correcto, GPS preciso, modo pista funcional, entrenamientos avanzados, música offline, autonomía correcta y facilidad de uso. A eso se suma que es ligero (36g) , cómodo y confiable.

Durante más de un mes, lo hemos venido utilizando en todo tipo de contextos: entrenamientos diarios, rodajes largos, sesiones de series en pista, trekkings por la América central mientras nos encontrábamos de vacaciones. Vamos, que no nos hemos estado de nada con el en nuestras muñecas. 

Casi siempre estuvo a la altura. Se trata de un reloj muy orientado al corredor de asfalto y es por ese motivo, por el cual estamos tan realizados de sus características y funcionalidades. 

No nos engañemos. Su precio de salida, es un "caramelito" para corredores que busquen un reloj que, además de tener un seguimiento completo de rendimiento en carrera, tenga funcionalidades y características que irán más allá del puro "performance". 
 

El Suunto Run marca un antes y un después para la marca finlandesa, considerándose como el primer reloj pensado 100% para el corredor de asfalto. ¡Ya era hora! -Muchos estaréis pensando-.

Desde que nos lo enviaron y empezamos a toquetearlo, percibimos esa intención clara por parte de Suunto: un reloj liviano (36 g), con líneas limpias, pantalla AMOLED y con todas las funciones necesarias para entrenar en asfalto y practicar también otras actividades. Ojo, a esto, se suma que de forma puntual, también podrás salir a correr en exterior y perderte por la montaña sin preocupaciones, y es que, a pesar de no contar con la autonomía de sus hermanos de gama, cuenta con GPS de doble banda y seguimiento de rutas o tracks para guiarnos fácilmente en zonas completamente desconocidas. Nosotros mismos lo hemos hecho. El Suunto Run ha vestido nuestra muñeca, además de durante todos nuestros entrenos de los últimos 2 meses, para guiarnos por las montañas de Montana, Colorado y Wyoming (EUA) mientras disfrutábamos de nuestras vacaciones…¡Y no nos hemos perdido!

Más allá de esta característica adicional, el Suunto Run se presenta como un dispositivo fiable y muy asfaltero. Tamaño ideal para no molestar en la muñeca, claridad en la pantalla y fiabilidad en todos los datos que proporciona. Seguramente, para la mayoría de nosotros, esto es más que suficiente para el seguimiento diario de nuestro día a día de entrenamientos, pero también de hábitos saludables.
 

Lo que no se ve también cuenta, y en este caso, el Suunto Run se apoya sobre una nueva plataforma de hardware y software.

El sistema operativo responde bien, y el uso de la corona digital y los otros dos botones para desplazarse por menús y ajustar datos durante, antes y después de la actividad han sido realmente cómodos y hemos terminado muy contentos con él.

La pantalla AMOLED de 1,32″ se protege con Cristal Gorilla Glass, y se mantiene visible en todas las condiciones. La verdad es que el tamaño de esta y el brillo, facilitan mucho la visibilidad de datos durante la carrera y también en el día a día. 

Tendrás usabilidad táctil o mediante botones. Nosotros casi siempre lo hemos utilizado mediante estos tres botones del lado derecho del reloj.

El botón dial es el gran protagonista y el que nos dará acceso a la mayoría de las funcionalidades. El superior nos permitirá acceder directamente a las actividades y el inferior, además de marcar las laps o vueltas manuales, nos servirá para tirar hacía atrás siempre que lo necesitemos.

Algo que sí nos ha sucedido en diversas ocasiones es que, por su disposición, al doblar la muñeca o al estar en una posición concreta, hemos activado funcionalidades sin quererlo. Suunto permite alternar la orientación de la pantalla si lo necesitas, pero hay que reconocer que para los que llevamos el reloj en la muñeca izquierda, tener que trastear los botones al otro lado de la pantalla puede no ser tan “ergonómico”.

Por cierto, y aunque es algo  muy personal, estamos muy a favor de este tipo de correas de nylon. Pesan poco, son fácilmente lavables y su tacto más agradable. Lo único, y más en este caso, es que ninguna de las 2 tallas que venían en la caja del reloj ha sido la “perfecta” para nuestra muñeca. La pequeña nos quedaba algo justa y la grande, algo holgada.

El reloj se conecta mediante Bluetooth, sin complicaciones. Nosotros lo emparejamos fácilmente con la app Suunto, pero también lo puedes conectar con auriculares o con la banda de frecuencia cardíaca. La música debe cargarse en formato MP3 mediante el cable C que trae la caja. Lo conectas al PC o al teléfono móvil y pasas los archivos. Luego en la app puedes crear diferentes carpetas a tu conveniencia.

Más allá de su enfoque deportivo, el Suunto Run también ofrece un conjunto de funciones inteligentes que enriquecen la experiencia del día a día sin sobrecargar el reloj con opciones innecesarias. Uno de los apartados más destacables es el de la música integrada. Con 4 GB de memoria interna, permite almacenar tanto rutas como archivos de música en formato MP3. En nuestras pruebas, la carga de canciones fue sencilla, ya sea desde el ordenador mediante el cable de datos o directamente desde la app de Suunto en el móvil. Esta misma app permite crear listas de reproducción personalizadas, que luego se sincronizan con el reloj. Esto ha sido especialmente útil en entrenamientos largos en los que preferimos salir sin el teléfono.

En nuestro caso, utilizamos los auriculares Suunto Wing, que se emparejaron fácilmente y ofrecieron una reproducción estable en todo momento. Esta integración ha permitido escuchar música, recibir alertas de entrenamiento y mantener el foco sin necesidad de estar pendientes del móvil.

En cuanto a conectividad con sensores externos, el Suunto Run permite vincular bandas de frecuencia cardíaca, como el Suunto Smart Sensor, así como podómetros compatibles por Bluetooth. La vinculación es rápida, y desde el propio reloj es posible consultar el estado de batería de los sensores conectados, algo que no es habitual en todos los dispositivos de esta gama. Eso sí, no es compatible con sensores de ciclismo, algo que va en consonancia con su enfoque centrado exclusivamente en el running.

También ofrece notificaciones del teléfono móvil, que llegan organizadas por aplicaciones y con sus respectivos iconos. Aunque no permite responder mensajes ni interaccionar desde el reloj, la visualización es clara y suficiente para mantenerse al tanto sin tener que sacar el móvil durante una sesión.

A nivel de seguimiento diario, el Suunto Run incluye información personalizada sobre pasos, calorías, calidad del sueño, saturación de oxígeno, recuperación o esfuerzo acumulado. Además, se pueden activar recordatorios de hidratación y nutrición, programables por tiempo o frecuencia. Estas alertas, aunque simples, nos han parecido útiles tanto para entrenamientos exigentes como para el control del día a día.

Uno de los puntos negativos a tener en cuenta es que no incluye SuuntoPlus, lo que significa  que si trabajas con TrainingPeaks, podrás exportar tus entrenamientos desde el Suunto Run, pero no es posible importar sesiones estructuradas desde esa app al reloj. Es un detalle importante para quienes siguen planes de entrenamiento externos, aunque no supone un gran inconveniente si utilizas la app de Suunto como herramienta principal.

En resumen, el Suunto Run ofrece una conectividad funcional y bien orientada a su propósito: entrenar de forma eficiente y con la información justa. No pretende competir con un smartwatch, ni falta que le hace. Lo que ofrece, lo hace bien: música offline, conexión con sensores esenciales, recordatorios útiles y sincronización con el teléfono sin complicaciones.
 

Suunto ha tirado por lo estrictamente necesario y ha dejado de lado infinidad de modos deportivos (muchas veces algunos desconocidos) para simplificar nuestra experiencia.

El Suunto Run cuenta con 34 modos deportivos,y la verdad, durante todas estas semanas de uso intensivo no hemos echado en falta absolutamente ninguno. En carrera, por ejemplo, no solo encontramos los clásicos modos de running en exterior o cinta, sino también perfiles específicos para trail running, incluyendo opciones interesantes como el modo de ascenso, ideal para detectar tramos en subida durante nuestras rutas en montaña.

Uno de los añadidos más útiles ha sido el Ghost Runner, que permite fijar un ritmo objetivo y muestra visualmente en pantalla si vas por delante (en verde) o por detrás (en rojo), como si compitieras con una sombra tuya. Esta función nos ayudó muchísimo en entrenamientos de ritmo constante y en salidas largas.

También encontramos perfiles predefinidos muy prácticos como los modos específicos para 5K, 10K, media maratón y maratón, que simplifican mucho el arranque de entrenamientos o carreras sin necesidad de configuraciones extra.

El modo pista de atletismo es otro de los modos que hace este, un reloj 100% asfaltero. Requiere una calibración previa durante las primeras vueltas para ajustarse al tamaño de la pista (400 m), pero una vez configurado, la precisión es excelente. Esto lo comprobamos en sesiones de series, donde el reloj mantuvo distancias y ritmos perfectamente alineados con las marcas del terreno. Para quienes entrenan en pista con frecuencia, es una herramienta que funciona y marca la diferencia.

Aun así, hay funciones que compensan esas carencias. Una especialmente útil es la capacidad de modificar ajustes del reloj sin detener la actividad. Mientras estás corriendo, podrás acceder a la configuración (mediante la corona) y cambiar, por ejemplo, el brillo o el modo de energía, sin pausar el tiempo ni detener la grabación. El entrenamiento sigue ejecutándose “en segundo plano”, algo que valoramos mucho ya que no hace falta pararse para modificar algún ajuste.

En ese mismo punto, también entra la posibilidad de activar una transición manual a otro deporte. Esto significa que si estás en plena carrera y quieres continuar en bici o hacer un bloque de fuerza, podrás iniciar una segunda actividad desde el mismo registro. No es automático como en un reloj de triatlón, pero es funcional para quienes entrenan de forma variada.

En definitiva, el Suunto Run en carrera es sólido, coherente y adaptado al corredor. Tiene aspectos que podrían refinarse, como la programación directa desde el reloj o la claridad en los entrenamientos por bloques, pero la base —GPS, precisión, perfiles y herramientas como Ghost Runner o el modo pista— está muy bien resuelta. Para quienes corren en asfalto, en pista, o se animan ocasionalmente al trail, es un compañero fiable, potente y sin pretensiones innecesarias.
 

Una de sus grandes virtudes es la personalización de entrenamientos. Desde intervalos simples hasta estructuras complejas, el reloj permite configurarlo por tiempo, ritmo, frecuencia cardíaca o distancia. Hemos utilizado estas opciones con mucha frecuencia y siempre con buen resultado. También incluye el modo Ghost Runner, que te permite competir contra un ritmo objetivo o una versión “virtual” de ti mismo, ideal para mantener el foco en sesiones intensas. La combinación de alertas por vibración y voz (cuando llevamos auriculares) ha sido útil, aunque es cierto que la vibración podría ser más fuerte. Aun así, nunca sentimos que perdimos información crítica durante el entrenamiento.

En cuanto a los tipos de entrenamiento, podéis optar por sesiones libres, por duración, distancia o calorías, lo que facilita mucho el inicio rápido. Sin embargo, hay puntos que podrían mejorar. Por ejemplo, no es posible programar entrenamientos complejos desde la propia muñeca. Todo tiene que hacerse desde la app móvil y luego sincronizarse, lo que limita un poco la espontaneidad si quieres cambiar el plan una vez saliste a la calle. También notamos que, en entrenamientos por intervalos, falta una capa de interacción más clara: no hay avisos al completar una serie o al pasar al siguiente bloque (por ejemplo, de calentamiento a intervalos), y la visualización de cuántas repeticiones llevas es tan pequeña que se pierde en una pantalla ya saturada de información.

Otro detalle molesto durante entrenamientos es que, para marcar una LAP manual, hay que pulsar dos veces el mismo botón, lo cual no es nada práctico en medio de una serie rápida o cuando estás concentrado en mantener el ritmo. Además, cuando configuramos la pantalla para incluir la función de LAP manual, la disposición de datos queda algo apretada: mucho texto, números pequeños y un aprovechamiento de pantalla que puede mejorar. Si quieres meterle el ritmo, la distancia, la FC y el tiempo de vuelta en una sola pantalla, todo quedará muy ajustado.
 

Tanto dentro de la ciudad como fuera (outdoor), el Suunto Run nos ha dado un nivel de precisión muy fiable. En nuestras rutas de trekking por Utah, Wyoming y Montana (EUA), tanto la distancia como la altitud fueron acertadas y correspondían con lo que las señalizaciones de los diferentes senderos marcaban.  

En sesiones de running en ciudad, el ritmo instantáneo y la cadencia fueron coherentes y consistentes. El sensor óptico de pulso, funciona pero no es perfecto. Si se desea precisión quirúrgica, una banda de pecho sigue siendo muy  recomendable, aunque  para el uso diario (fuera del entrenamiento) es más que suficiente.

Donde precisamente encontramos alguna limitación fue en la lectura de frecuencia cardíaca mediante este sensor. En varios rodajes tranquilos, notamos que el pulso se disparaba de forma inexplicable en momentos puntuales, marcando valores muy por encima de lo esperado pese a mantener un ritmo estable y moderado. Este comportamiento fue puntual, pero recurrente en ciertos entrenamientos donde no usamos banda pectoral. En cambio, cuando utilizamos la banda de frecuencia cardíaca, los registros fueron precisos y mucho más consistentes, lo cual sugiere que el sensor óptico aún tiene margen de mejora en determinadas condiciones (como en frío, con mucho movimiento de brazo o muñeca suelta).

Aun con ese detalle, en lo que respecta al seguimiento de ubicación y trazado GPS, el Suunto Run no ha fallado nunca. No hubo errores graves ni rutas incompletas. Para un corredor de asfalto que a veces se adentra en caminos nuevos o quiere registrar fielmente su progreso, este nivel de precisión es exactamente lo que se espera.
 

La navegación en el Suunto Run está diseñada pensando en lo que realmente necesita un corredor de asfalto o un trail runner ocasional: precisión, claridad en ruta y facilidad para seguir un recorrido sin complicaciones. Lo primero que hay que destacar es que incorpora sistema doble banda, lo cual ha sido uno de los grandes aciertos del reloj. Durante nuestras salidas por ciudad, tanto en avenidas abiertas como en zonas urbanas estrechas con edificios altos, el track se ha mantenido limpio, estable y con una línea de registro continua y precisa. Incluso en rutas de trail o trekking por zonas más boscosas —como las que hicimos en Montana o Wyoming—, el GPS respondió siempre con solidez.

En este sentido, cada vez que revisamos los recorridos en la app después de entrenar, pudimos confirmar que la precisión del GPS era más que correcta. No encontramos desvíos absurdos ni trazados “a saltos”.

El sistema de tracks también cumple. Al cargar un track desde la app, el reloj lo despliega con claridad, permitiendo seguir la ruta giro a giro, sin necesidad de contar con mapas topográficos. Aunque no es una solución avanzada como en los modelos de gama alta, es más que suficiente para seguir recorridos urbanos, rutas de senderismo o salidas de trail no demasiado técnicas.

Aunque este reloj no incluye mapas topográficos ni funciones de navegación avanzadas, sí permite seguir tracks o rutas ya predefinidas. Hemos cargado rutas GPX desde la app antes de salir a correr o caminar en zonas desconocidas, y el sistema funcionó perfectamente, mostrando el trazado, la dirección y la altitud en tiempo real.

La función “vuelta a casa” mediante el “migas de pan” también ha sido práctica en senderos poco marcados. Se trata, mediante diferentes puntos blancos que salen en la pantalla, deshacer el camino que ya hemos realizado anteriormente para volver al punto de inicio. A modo de recomendación, el Suunto Run no es un reloj  100% para trailrunning pero, de forma puntual y de manera ocasional o como lo que hicimos en EE. UU., cumple sin problema.
 

El Suunto Run ofrece 34 modalidades deportivas en total, lo que lo convierte en un reloj multideporte sin entrar en la complejidad de otros dispositivos de gama alta que incluyen deportes más técnicos. Aquí se incluyen desde las actividades más comunes como correr, caminar, ciclismo, natación, hasta opciones menos frecuentes como yoga o esquí.

A nosotros no nos ha hecho falta ninguna más . De hecho, entre Correr, Trailrunning, trekking, ciclismo y fuerza, hemos tenido más que suficiente. ¡Ah! Y un día de Pádel !

La autonomía del Suunto Run ha sido una de las grandes sorpresas durante nuestro mes de uso. No solo por la duración de la batería en sí, sino también por las opciones de configuración energética que ofrece, adaptándose al tipo de uso que hagas del reloj en cada momento. Desde el menú de actividad es posible seleccionar entre distintos modos de batería antes de iniciar un entrenamiento: Rendimiento, Resistencia o Ahorro de batería. Cada uno ajusta los parámetros del GPS, la pantalla y la conectividad para alargar la duración según tus necesidades.

En el modo Rendimiento, con GPS de doble banda activado, el reloj ofrece hasta 20 horas de grabación continua, ideal para sesiones largas o competiciones. El modo Resistencia, también con GPS multibanda pero con ciertas optimizaciones como el gesto de giro de muñeca para activar la pantalla, alarga ese tiempo hasta unas 24 horas. Y si lo que necesitas es máxima duración, el modo Ahorro de batería permite llegar hasta las 45 horas de uso continuo con el GPS, haciendo pequeños sacrificios como la frecuencia de registro o la desactivación de funciones no esenciales.

En el uso diario, Suunto promete hasta 12 días de autonomía, y nuestra experiencia ha sido bastante cercana a esa cifra. Entrenando una vez al día durante entre una y dos horas, recibiendo notificaciones del móvil, utilizando el sensor óptico, y con sincronización habitual con la app, el reloj nos ha aguantado una media de 7 días completos por carga, lo cual está muy bien para un dispositivo con pantalla AMOLED y funciones avanzadas.

La carga rápida también es un punto a favor: en menos de una hora se carga completamente. El único pequeño detalle a tener en cuenta es el conector de carga con imán. Funciona bien, pero en ocasiones, por el efecto de los polos opuestos, puede costar un poco encajarlo correctamente. Una vez colocado, eso sí, queda firme y seguro.

En resumen, el Suunto Run ofrece una autonomía muy sólida y configurable, que se adapta perfectamente tanto a quienes entrenan de forma ocasional como a corredores que exigen al reloj todos los días. La posibilidad de elegir entre distintos modos de consumo permite optimizar su rendimiento sin perder precisión, y la rapidez con la que se recarga hace que casi nunca te pille por sorpresa sin batería.

Suunto no cuenta con aplicación web para analizar toda la información correspondiente a cada uno de sus dispositivos. 

El uso de la app de Suunto ha sido clave durante todo este periodo de pruebas, ya que no solo complementa al reloj, sino que es el centro de configuración, planificación y análisis de los entrenamientos. La aplicación está dividida en cuatro pestañas principales, cada una con una función bien definida, aunque con matices en su usabilidad.

La primera es la pestaña "Inicio" (Home), que muestra un resumen general de tu actividad. Aquí se agrupan datos como las horas totales de entrenamiento, calorías, tipo de ejercicios realizados y evolución reciente. Es una vista práctica para hacerse una idea rápida del volumen acumulado, sin entrar en excesivo detalle. La usamos casi a diario para verificar cuánto habíamos entrenado y cómo se distribuía la carga semanal.

La segunda pestaña es el "Calendario", donde se puede consultar el historial de entrenamientos divididos por semana, mes o año. Todo aparece organizado por actividad, lo que permite una revisión estructurada de tu progresión y hábitos de entrenamiento. Esta vista es especialmente útil para analizar patrones de carga o detectar días sin actividad, y también facilita la planificación semanal.

La tercera sección, "Coach" o zona de entrenamiento, incluye las herramientas del Suunto Coach. Aquí encontramos muchísima información: desde métricas fisiológicas más detalladas hasta recomendaciones sobre recuperación, carga aguda y crónica, zonas de entrenamiento, valores de TSS y más. La realidad es que ofrece mucho valor, pero también es cierto que puede resultar algo complejo o abrumador para quienes no estén familiarizados con estos conceptos. En nuestro caso, nos llevó unos días entender bien cómo interpretar cada apartado, aunque una vez asimilado, se vuelve una fuente muy potente de control del estado de forma.

Por último, la pestaña de "Mapa" nos ha resultado especialmente interesante durante nuestros viajes. Incluye una función de mapas térmicos que muestra por dónde corre o entrena la gente en distintas ciudades o zonas naturales. Lo utilizamos en varias ocasiones en Denver y en Montaña para descubrir rutas populares o planificar recorridos nuevos, y también permite descargar directamente rutas GPX para luego enviarlas al reloj. Es una herramienta muy práctica tanto si entrenas siempre en la misma zona como si estás explorando nuevos lugares.

En conjunto, la app de Suunto es bastante completa. Tiene margen de mejora en cuanto a simplicidad en algunas secciones más técnicas, pero como centro de gestión del Suunto Run cumple su función con solvencia. Desde aquí es donde se configuran entrenamientos, se cargan rutas, se sincroniza música y se analizan sesiones, por lo que resulta imprescindible para sacar todo el partido al reloj.