Diferencias entre zapatillas de entrenamiento y voladoras

Diferencias entre zapatillas de entrenamiento y voladoras

Seguramente es una de las dudas más comunes en corredores populares: ¿Cuándo debo escoger unas zapatillas de entrenamiento? ¿Cuándo debo escoger unas zapatillas voladoras? ¿En qué se diferencian?

Son preguntas que nos soléis hacer por las RRSS y que ahora intentaremos resolver. Son aclaraciones generales, es decir, no entramos en detalle de los casos excepcionales, que hay muchos y muy buenos, pero no son la norma general.

 

Las grandes diferencias entre zapatillas de entrenamiento – mixtas – voladoras son, principalmente estas:

 

1. PESO: Las zapatillas voladoras, obviamente, son la gama más ligera de las tres, muchos modelos cerca, o por debajo, de los 200g. En cambio, las zapatillas de entrenamiento la mayoría están por encima de los 250g, aunque cada vez van bajando más.

2. PRECIO: Normalmente las zapatillas de entrenamiento son más caras que las zapatillas voladoras. El motivo es simple, las zapatillas rápidas incorporan menos tecnologías que las zapatillas de entrenamiento.

3. AMORTIGUACIÓN: Cuando hablamos de zapatillas de entrenamiento, normalmente, hablamos de zapatillas con amortiguación amplia, perfiles elevados y sensaciones agradables. No es así en las zapatillas voladoras, donde buscamos reactividad para ritmos rápidos.

4. DROP: Es bastante habitual ver como las zapatillas de entrenamiento tienen un drop más elevado (8-12mm), en cambio a medida que vamos bajando a las mixtas o las voladoras, el drop tiene tendencia a bajar (4-8mm).

5. HORMA: Un punto bastante obvio, no por ello menos importante. La horma de las zapatillas de entrenamiento es bastante más ancha que las zapatillas más orientadas a competición. Esto es debido a la necesidad de dejar “respirar” los dedos a la hora de entrenar y/o competir en distancias largas.

6. SUJECIÓN: Aunque todas ellas deben, y suelen tener, buena sujeción, las zapatillas de entrenamiento acostumbran a tener algo más de cuerpo y esqueleto que las zapatillas rápidas.

7. PLANTILLAS: En este sentido, debemos decir que las zapatillas de entrenamiento, normalmente, aceptan mejor las plantillas que las zapatillas voladoras. Es más, algunas voladoras radicales no aceptan plantillas, ya que la propia esta pegada. Por otro lado, las plantillas de las zapatillas de entrenamiento, son mucho más acolchadas que las zapatillas rápidas (claro ejemplo entre las Salomon Sonic y las S-Lab Sonic). 

8. ACOLCHADOS: Bastante obvio pensar que las zapatillas de entrenamiento tienen acolchados más generosos que las zapatillas mixtas o voladoras y así es. Unas buscan comodidad y los otros rendimiento. 

9. SUELA: La diferencia principal que encontramos en este punto, es que las zapatillas de entrenamiento suelen ser más protegidas, con mayor perfil de caucho y con zonas (sobre todo en el talón) más orientadas a la durabilidad. 

10. DURABILIDAD: Sin ninguna duda, os podemos afirmar que las zapatillas de competición o voladoras tienen menor durabilidad que las zapatillas de entrenamiento. Sencillamente porque las voladoras están destinadas a días concretos y no para el día a día. 

 

 

 

Fecha de publicación: 18/05/2017

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