FLOATRIDE RUN 2.0

Reebok es una de las marcas que aporta para este año 2020 un buen número de modelos con diferentes características. Dentro de su gama FloatRide pudimos observar esta segunda edición de las Reebok FloatRide Run 2.0.

Una zapatilla que en su primera versión se mostraron muy blandas y cómodas al tacto, y que esta vez sigue manteniendo la media suela con tecnología FloatRide trasmitiendo unas sensaciones, al menos al tacto, muy buenas.

Esta vez han renovado la zona del collarín, prometiendo una mayor sujeción y a la vez con un material más agradable. Dos materiales que dividen la zapatilla prácticamente en 2 y que junto con el esqueleto exterior claramente visible, van a aportar una mayor estructura mientras las usemos.

Ya pudimos probar la primera versión de estas Reebok FloatRide Run 2.0 y nos resultaron unas zapatillas realmente versátiles. Dentro de su gama, es la zapatilla con mayor amortiguación y eso que su peso es de tan sólo 250g.  El upper fabricado en un tipo de Knit será el que nos ajuste la zona delantera del pie, además de ir bastante microperforado par así garantizar la transpirabilidad.

TIPO DE CORREDOR:

Creemos que las Reebok FloatRide Run 2.0 estarán enfocadas a corredores de peso medio que no necesiten de una súper estructura y que a la vez quieran tener unas sensaciones de correr realmente blandas.

A pesar de que el FloatRide en la mediasuela transmite a simple vista inestabilidad, encontramos una capa de espuma EVA que intentará garantizar el control y equilibrio durante la pisada en nuestros entrenamientos. A demás su drop de 10mm será el común para correr con total garantía y sencillez y sin necesitar de apoyos específicos durante la pisada.

DISTANCIAS:

Reebok destina a estas Reebok FloatRide Run 2.0 para distancias de todo tipo. Desde un 10k hasta una carrera de larga distancia. Por nuestra experiencia y por la primera impresión, al menos en la mano, creemos que será ideal para la media distancia. Su buen mix entre sensaciones de blandeza y su no “súper” estructura van a adaptarse bien en distancias no tan exigentes cómo podría ser un maratón, dónde quizás, necesitemos un pelín extra de estructura.