Hoka Cielo X1 2.0 VS Salomon X-Scream 3D W

Cielo X1 2.0

Hoka

Hoka Cielo X1 2.0

Pros y contras

Pros: 
1 - Rebaja abismal de peso respecto su previa versión.
2 - El ajuste del medio pie gracias al nuevo material del upper y a los nuevos acabados de cordones y lengüeta generan un fit más preciso y seguro.
3 - El tacto de la espuma se percibe mucho más rebotón y dinámico que antes.
4 - La estructura y diseño del espacio o vaciado central en la suela. Ponerlo en la cara interna aporta una transición más explosiva que antes. 
5 - El rocker y la geometría balancín de la mediasuela permiten una transición muy explosiva.

Contras: 
1 - El cambio en la geometría y en el dibujo de la suela hacen que la zapatilla sea menos estable para según que corredores. 
2 - Ha perdido algunas características que antes tenía para entrenar largo y se ha centrado estrictamente en la competición.
3 - Suela en mojado no termina de convencer. 
4 - Poco cómoda o "menos" cómoda que antes al correr a ritmos más controlados.
5 - Desgaste de suela en zonas donde no hay caucho. Principalmente parte externa del talón.

X-Scream 3D W

Salomon

>Salomon X-Scream 3D W

Primeras impresiones

Las Salomon X-Scream 3D forman parte de la gama Citytrail de la compañía francesa. ¿Y qué es esto del Citytrail? Pues no es más que una visión disfradada y marketiniana de la ciudad: un entorno en el que hacer trail urbano. El hecho es que los de Salomon se lo han tomado muy en serio, e incluso han desarrollado una app móvil que ayuda a encontrar rutas en 90 ciudades del mundo. La aplicación, llamada Salomon City trail, anima a explorar las ciudades de un modo distinto y a experimentar la emoción del trail running en un entorno urbano.
Con tanta expectativa alrededor del concepto del Citytrail, creímos que las X-Scream 3D serían poco menos que un tanque. Pues para nada. Cuando abrimos la caja y vimos las X-Scream por primera vez, nos pareció que estábamos viendo la típica zapatilla de entrenamiento, con un perfil alto pensado para proteger el pie y darle seguridad en la pisada. Pero la verdadera sorpresa nos la llevamos al cogerla. La verdad es que esperábamos un peso muerto, pero la realidad es que han cuidado este aspecto para desmitificar aquello de que para hacer kilómetros toca levantar peso extra con el pie. Obviamente no son unas voladoras, pero para ser una zapatilla de entrenamiento nos parece un buen punto de partida.
Las X-Scream que vamos a tener la oportunidad de probar vienen en tonos verdes y azulados. Son bastante vivos y, como ocurre con casi cualquier zapatilla nueva, estando tan limpias nos parecen un caramelito que nos apetece mucho probar.
Antes de calzarlas las toqueteamos un poco por aquello de conocernos mejor antes de la primera cita en serio. La suela nos parece algo rígida, difícil de torsionar. La parte posterior es tremendamente sólida mientras que la parte delantera es mucho más móvil. Apretamos el upper y las zonas microperforadas ceden con facilidad mientras que las partes con refuerzos termosellados nos piden algo más de caña. La marca de la casa viene en el atado: con el clásico sistema de cordonaje Quicklace para atarlas con sólo apretar.
A simple vista vemos una suela con 3 zonas claramente diferenciadas, de colores y densidades distintas. El taqueado de la suela es multidireccional, suponemos que fruto de la experiencia de Salomon a la hora de dar tracción en una gran variedad de superficies.
Nos las probamos y lo primero que notamos es que la horma es algo pequeña. Apretamos el Quicklace y notamos cómo la bamba abraza el pie sin sentir agobios. En conjunto la notamos bastante cómoda y decidimos salir a rodar con ellas para comparar sensaciones y ver cómo se comportan. Primero las probaremos en asfalto, después entraremos en una pista ancha con tierra suelta y acabaremos probándola por la zona ajardinada de un parque.

Autor: Carles Nebot, Alba

Fecha de publicación: 02/02/2016

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