ASICS Gel DS Trainer 21 VS Hoka Tracer

Gel DS Trainer 21

ASICS

ASICS Gel DS Trainer 21

Primeras impresiones

No nos cabe duda, la primera impresión al sacarlas de la caja es que se trata de un modelo bonito y con clase. Dentro del clasicismo de la marca, las Asics Gel DS Trainer 21 inspiran elegancia, a la par que un diseño sobrio y aparentemente bien trabajado. Su ligereza también nos llama la atención, en torno a 249 gramos en la báscula, sin duda apuntan maneras y nos sugieren pensamientos de velocidad de crucero alta.
Resultan relativamente rígidas, a la torsión ofrecen cierta resistencia y a la flexión con la mano, en la zona de los metatarsos se opone con bastante ímpetu, debido en gran parte a una pieza de plástico insertada en esa zona (luego hablaremos de ella) y si la soltamos de golpe retorna a su forma inicial con fuerza. Esto nos demuestra ya lo reactivas que son, veremos a ver cómo se traduce esto con ellas en los pies y en el asfalto.
Al introducir los pies por vez primera, la sensación es de buen acogimiento, ajuste sobresaliente y también notamos la rigidez que mencionamos anteriormente. Como nos incitan a seguir descubriendo sus cualidades, nos vamos sin perder más tiempo a ver qué esconden estas Asics Gel DS Trainer 21.
 

Tracer

Hoka

>Hoka Tracer

Primeras impresiones

La Hoka One One Tracer nos cautivaron desde el primer segundo que las vimos, por su apariencia, por el tacto de sus materiales, por su ligereza, … infinidad de detalles nos llamaron la atención.
Mientras las tocábamos y escrutábamos por dentro y por fuera para tener una primera aproximación a ellas, no pudimos resistirnos a pasarlas por la báscula para comprobar su peso real porque estábamos volviéndonos locos ya que la sensación de ligereza chocaba con la de verlas con cuerpo suficiente casi para ser unas zapatillas de entrenamiento. Pues bien, el primer número que vimos fue un “1”, es decir, sub 200 gramos en el 8.5 USA que hemos utilizado para esta prueba lo que dejaría el 9 USA de referencia en poco más de 200 gramos. No son los 196 gramos que declara la marca pero es una cifra francamente sorprendente para unas zapatillas de este segmento, peso casi de voladoras. Quizá calzadas no se notan tan ligeras, pero creemos que es por lo angosta que es la horma y por la altura, por la falta de sensibilidad del terreno.
El tacto de la mediasuela prometía mucho porque es aparentemente blando al presionarlo con la mano pero sin demasiado recorrido a pesar del aparente grosor lo que apunta a buena respuesta y agilidad.
Los acabados exteriores son muy buenos, buena calidad, sin costuras, todo termopegados, buen tacto interior y exterior pero, zas, nos encontramos con un pegado un tanto regulero entre los dos bloques de la mediasuela. Venga, hacemos la vista gorda hasta ver cómo se comporta en marcha (qué tal es la transición de la pisada) y qué tal resiste el paso de los kilómetros (si se queda en una mera cuestión estética no es crítico y podemos aceptar pulpo).
La horma se nos hace bastante ajustada, no por la anchura, sino por la longitud (nos toca ir a por unos calcetines finitos) y algo por la altura (la parte inicial de la ojetera es bajita). Está bien que ajuste porque es una zapatilla teóricamente rápida pero la horma parece un tanto extraña, habrá que ver en marcha.
Los primeros pasos por casa nos gustan mucho y, aunque a los que no hayan utilizado nunca unas zapatillas con este tipo de suela curvada les pueden parecer extrañas al principio, es una sensación que rápidamente se olvida y que, en cuanto haces el gesto de correr, desaparece.
Tan a gusto nos sentíamos con las Hoka One One Tracer en los pies, que nos las tuvimos que quitar porque teníamos que ir a trabajar y con el traje no pegaban. Ahora, las citamos para por la tarde, que ahí sí que iríamos vestidos para la ocasión, para darles una primera carrerita a modo de primera cita.
 

Autor: Carlos Verdugo, Morath (Rodrigo Borrego)

Fecha de publicación: null

ROADRUNNINGReview