Saucony Hurricane ISO 2 VS Mizuno Wave Ultima 7

La primera sensación al sacar las Saucony Hurricane ISO 2 de la caja fue de cierta sorpresa y, por qué no decirlo, recelo. No conocía la versión anterior de las zapatillas Saucony con el sistema Isofit, de manera que, ver el famoso “exoesqueleto” de plástico que envuelve la parte superior de la zapatilla no deja de sorprender a primera vista.
Señalaba un estudio que realizó la edición americana de Runners World hace unos años que el 92% de sus lectores hablaban del “fit” como el primer adjetivo que les venía a la cabeza al ir a comprar unas zapatillas. Con esta idea en mente, los ingenieros de la casa de Boston se pusieron manos a la obra para dar a los corredores aquellos que más demandaban, el ajuste perfecto. Una vez las probamos por primera vez, podemos decir, que los citados ingenieros se merecen un aplauso de reconocimiento, el ajuste y la sensación de comodidad es total.
En cuanto a la apariencia estética de las Saucony Hurricane ISO 2, naranjas y grises, me gustó bastante, con unos colores discretos (también se pueden encontrar en gris y verde lima), lejos de las estridencias que se pueden ver últimamente en el mercado.
Una vez en nuestras manos, nos damos cuenta que el peso de las Saucony Hurricane ISO 2 es el habitual en este tipo de zapatillas de soporte (aproximadamente 306 -308 gramos) en que la amortiguación es la característica sobre la que gira este tipo de modelos de soporte, con una cierta rigidez, que los kilómetros ayudarán a dulcificar.

Mizuno presenta estas Wave Ultima 7 en una caja estándar sin ningún detalle diferencial del modelo que hay dentro, aparte de la etiqueta con el nombre, claro. Abrimos la caja y ahí las tenemos, en un color azul eléctrico con detalles en amarillo y el contrapunto blanco de la mediasuela. A simple vista ya podemos ver que la  Mizuno Wave Ultima 7 es un modelo contundente con una mediasuela importante. Al tacto, el tejido es tupido y se notan buenos acolchados sobretodo en la zona del tobillo. Transpira comodidad por todos lados. Cuando nos las calzamos, por fin, es lo que se nota principalmente. El pie entra suave y fácilmente y se nota bien ajustado, sin apretar, a la altura del empeine y en los laterales. Ya en los primeros pasos notamos una buena amoritguación sin llegar a ser blandengue. Dan la sensación de que serán buenas compañeras durante largas horas de entreno. ¿Lo probamos?