New Balance 1260v6 VS New Balance 860v6

Esta vez ya fui a por "la caja" sabiendo su contenido. Habiendo probado el modelo anterior, poder  probar ahora la nueva versión, las New Balance 1260v6 tiene su cosa curiosa. Es como reencontrarte con  un viejo conocido,  sabes que lo conoces, pero hay algunas cosas que siempre cambian.
A simple vista, vemos un upper con termo sellados donde antes había costuras. Una suela ha pasado de ser negra con toques amarillos a ser amarilla con toques negros. Por lo demás,  a simple vista, no vamos a apreciar muchos más cambios. Podemos confirmar pues que las New Balance 1260v6, aparentemente, siguen en la línea.
Al remenarlas vemos que flexan aplicando poca fuerza, pero que si intentamos hacerles el tirabuzón, no lo conseguimos. Toqueteamos la lengüeta que en la versión anterior era enorme y un poco aparatosa y ahora parece que ha reducido en tamaño, veremos si mejoran también al uso.
La versión anterior acabó con un buen balance al fin de los tests a los que las pusimos a prueba. La idea es someter a la nuevas a un test mejorado. En concreto, una prueba que debería ser extrema. Correr en tierras vascas. Una media maratón en las tierras del norte, donde en una media puedes tener todas las estaciones del año juntas Y por la que pisas casi todos los tipos de terreno habidos y por haber. Las New Balance 1260v6 se van a la Donibane-Hondarribia.
 

Las sacamos de la caja y vemos un diseño bastante clásico en tonos azulados a excepción del logo de la marca. El tacto no despierta ninguna sorpresa quitando la zona el cuello y la lengüeta que aparentan ser bastante acolchadas. Tenemos delante a una zapatilla que a primera vista resulta sencilla y relativamente ligera. Después del primer contacto visual las calzamos ¡y a correr!
El primer entreno que hemos realizado con las New Balance 860v6 tiene distintas sensaciones. Al calzarlas hemos gozado de una buena sensación al notar como la zapatilla recoge el pie. De las costuras, ni rastro. Libertad en los dedos, amplitud  de la horma correcta y una sujeción que aparentemente da mucha seguridad.
El empezar a correr es cuando llegan los peros. La notamos bastante dura  durante todo el entreno y poco reactiva. El control de estabilidad por eso, no defrauda, va muy fino. Jugando con la manera de aterrizar en el suelo descubrimos que al talonar la dureza  se nota en menor nivel. Quizá tenemos delante una zapatilla hecha por y para talonar. Veremos cómo se desenvuelven en las pruebas.