Mizuno Synchro Mx VS Hoka Tracer

Synchro Mx

Mizuno

Mizuno Synchro Mx

Primeras impresiones

Las primeras impresiones siempre son importantes, aunque nos queramos engañar en que el amor es muy bonito y el interior es lo que cuenta bla…bla…bla… ¡la primera impresión cuenta y cuenta mucho! Por este motivo, cuando abrimos la caja de estas Mizuno Synchro MX pensamos ¡Nos hemos dejado las gafas de sol en casa! El típico rayo de luz que entra a primera hora de la mañana y que te ciega la vista ¡amarillo fluor fluor! Personalmente nos gusta y mucho, no somos de colores saltones en nada pero para correr nos gusta ir bien llamativos, además, siempre es un punto de visibilidad extra, cosa que se agradece para gente que sale a correr de noche, etc.
Una vez en la mano, estas Mizuno Synchro MX se sienten realmente ligeras y es que lo son, 280 g para una talla 9 US. La flexión es muy clara por las líneas de flexión. Lo estamos evitando pero no podemos dejar de mirar la mediasuela ¡hay algo que nos falla y no sabemos el que! ¿El wave? ¿Dónde está el wave? ¡No está el wave! Parece que Mizuno nos había acostumbrado a que Mizuno fuera atado a Wave, pero parece que en este modelo han decidido rescindir de sus servicios, para dejar toda la responsabilidad al U4icX. A partir de allí, con el alma de probadores que nos caracteriza, los dientes se nos alargan y se nos afilan al estilo Drácula… Ahora ya tenemos motivo para probar estas Mizuno Synchro MX hasta sacar respuestas a las siguientes preguntas: ¿Qué funcionara mejor el wave o el U4icX? ¿Mizuno puede estar apostando por reemplazar el sistema wave por el U4icX?

Tracer

Hoka

>Hoka Tracer

Primeras impresiones

La Hoka One One Tracer nos cautivaron desde el primer segundo que las vimos, por su apariencia, por el tacto de sus materiales, por su ligereza, … infinidad de detalles nos llamaron la atención.
Mientras las tocábamos y escrutábamos por dentro y por fuera para tener una primera aproximación a ellas, no pudimos resistirnos a pasarlas por la báscula para comprobar su peso real porque estábamos volviéndonos locos ya que la sensación de ligereza chocaba con la de verlas con cuerpo suficiente casi para ser unas zapatillas de entrenamiento. Pues bien, el primer número que vimos fue un “1”, es decir, sub 200 gramos en el 8.5 USA que hemos utilizado para esta prueba lo que dejaría el 9 USA de referencia en poco más de 200 gramos. No son los 196 gramos que declara la marca pero es una cifra francamente sorprendente para unas zapatillas de este segmento, peso casi de voladoras. Quizá calzadas no se notan tan ligeras, pero creemos que es por lo angosta que es la horma y por la altura, por la falta de sensibilidad del terreno.
El tacto de la mediasuela prometía mucho porque es aparentemente blando al presionarlo con la mano pero sin demasiado recorrido a pesar del aparente grosor lo que apunta a buena respuesta y agilidad.
Los acabados exteriores son muy buenos, buena calidad, sin costuras, todo termopegados, buen tacto interior y exterior pero, zas, nos encontramos con un pegado un tanto regulero entre los dos bloques de la mediasuela. Venga, hacemos la vista gorda hasta ver cómo se comporta en marcha (qué tal es la transición de la pisada) y qué tal resiste el paso de los kilómetros (si se queda en una mera cuestión estética no es crítico y podemos aceptar pulpo).
La horma se nos hace bastante ajustada, no por la anchura, sino por la longitud (nos toca ir a por unos calcetines finitos) y algo por la altura (la parte inicial de la ojetera es bajita). Está bien que ajuste porque es una zapatilla teóricamente rápida pero la horma parece un tanto extraña, habrá que ver en marcha.
Los primeros pasos por casa nos gustan mucho y, aunque a los que no hayan utilizado nunca unas zapatillas con este tipo de suela curvada les pueden parecer extrañas al principio, es una sensación que rápidamente se olvida y que, en cuanto haces el gesto de correr, desaparece.
Tan a gusto nos sentíamos con las Hoka One One Tracer en los pies, que nos las tuvimos que quitar porque teníamos que ir a trabajar y con el traje no pegaban. Ahora, las citamos para por la tarde, que ahí sí que iríamos vestidos para la ocasión, para darles una primera carrerita a modo de primera cita.
 

Autor: Aran, Morath (Rodrigo Borrego)

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