Salming Miles VS Hoka Tracer

Miles

Salming

Salming Miles

Primeras impresiones

Cuando vemos las Salming Miles por primera vez nos recuerdan más al calzado de balonmano, recordamos, una de las especialidades de la casa, que a unas zapatillas de running. La generosa protección en la puntera, redondeada, el upper tupido y las tiras de plástico en el exterior no invitan demasiado a correr con ellas, al menos al mirarlas, así que decidimos probarlas en modo callejeo con tejanos, y las sensaciones no pueden ser mejores: el tacto de la amortiguación al caminar es sencillamente delicioso, el pie tiene espacio para moverse pero se siente protegido… y, además, en los pies se sienten más ligeras que en las manos.
El diseño, basado en diferentes sectores de líneas paralelas, nos gusta, eso sí, tendremos que asumir que el verde eléctrico que Salming ha elegido para la versión masculina no nos va a permitir pasar desapercibidos en ninguna carrera. Las Salming Miles “Te llevarán más lejos”… y te verán de lejos.
Por lo demás, una buena colección de detalles nos llaman la atención: la estructura plástica exterior que debe controlar los movimientos laterales del pie, el nuevo compuesto de la mediasuela, de tacto muy blando, la ojetera, redondeada, ancha y poco convencional, el perfil casi plano pero relativamente alto… muchos aspectos a controlar durante los quilómetros que vendrán, porque nos hemos propuesto sacar de paseo a estas Salming Miles por todo tipo de terrenos, sobre el asfalto, la pista y el camino, vamos a comprovar si realmente nos pueden llevar lejos, vamos a analizar su comportamiento y vamos a contároslo a partir de ahora.
 

Tracer

Hoka

>Hoka Tracer

Primeras impresiones

La Hoka One One Tracer nos cautivaron desde el primer segundo que las vimos, por su apariencia, por el tacto de sus materiales, por su ligereza, … infinidad de detalles nos llamaron la atención.
Mientras las tocábamos y escrutábamos por dentro y por fuera para tener una primera aproximación a ellas, no pudimos resistirnos a pasarlas por la báscula para comprobar su peso real porque estábamos volviéndonos locos ya que la sensación de ligereza chocaba con la de verlas con cuerpo suficiente casi para ser unas zapatillas de entrenamiento. Pues bien, el primer número que vimos fue un “1”, es decir, sub 200 gramos en el 8.5 USA que hemos utilizado para esta prueba lo que dejaría el 9 USA de referencia en poco más de 200 gramos. No son los 196 gramos que declara la marca pero es una cifra francamente sorprendente para unas zapatillas de este segmento, peso casi de voladoras. Quizá calzadas no se notan tan ligeras, pero creemos que es por lo angosta que es la horma y por la altura, por la falta de sensibilidad del terreno.
El tacto de la mediasuela prometía mucho porque es aparentemente blando al presionarlo con la mano pero sin demasiado recorrido a pesar del aparente grosor lo que apunta a buena respuesta y agilidad.
Los acabados exteriores son muy buenos, buena calidad, sin costuras, todo termopegados, buen tacto interior y exterior pero, zas, nos encontramos con un pegado un tanto regulero entre los dos bloques de la mediasuela. Venga, hacemos la vista gorda hasta ver cómo se comporta en marcha (qué tal es la transición de la pisada) y qué tal resiste el paso de los kilómetros (si se queda en una mera cuestión estética no es crítico y podemos aceptar pulpo).
La horma se nos hace bastante ajustada, no por la anchura, sino por la longitud (nos toca ir a por unos calcetines finitos) y algo por la altura (la parte inicial de la ojetera es bajita). Está bien que ajuste porque es una zapatilla teóricamente rápida pero la horma parece un tanto extraña, habrá que ver en marcha.
Los primeros pasos por casa nos gustan mucho y, aunque a los que no hayan utilizado nunca unas zapatillas con este tipo de suela curvada les pueden parecer extrañas al principio, es una sensación que rápidamente se olvida y que, en cuanto haces el gesto de correr, desaparece.
Tan a gusto nos sentíamos con las Hoka One One Tracer en los pies, que nos las tuvimos que quitar porque teníamos que ir a trabajar y con el traje no pegaban. Ahora, las citamos para por la tarde, que ahí sí que iríamos vestidos para la ocasión, para darles una primera carrerita a modo de primera cita.
 

Autor: David Osuna, Morath (Rodrigo Borrego)

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