ASICS GT 1000 5 VS Adidas Ultra Boost ST

GT 1000 5

ASICS

ASICS GT 1000 5

Primeras impresiones

Cuando las Asics GT 1000 5 llegan por primera vez a nuestras manos, no nos sorprenden en exceso. Esta sensación es normal cuando se trata de una zapatilla de corte continuista y que es heredera directa de algunas de las tecnologías más famosas de Asics, que ya hace algún tiempo que están en el mercado. Si os decimos que incorporan el Gel, Duomax, Speva, IGS y el Guidanceline entre otras tecnologías... no os tenemos que explicar nada, que ya os hayamos contado en otros modelos de la casa nipona.
Estas Asics GT 1000, en su quinta versión, superan por muy poco los 300 g de peso en la talla 42,5 eu, en la báscula de la redacción nos han dado la cifra exacta de 303 g. Se encuentran pues al límite de lo que consideramos zapatillas pesadas, aunque teniendo en cuenta los perfiles generosos, tanto en la zona anterior como posterior, consideramos que Asics ha hecho un buen trabajo de contención de peso.
Visualmente las encontramos atractivas, la combinación de colores de la unidad testada es actual y moderna, el negro junto con el amarillo flúor y el azul nos ha agradado. Si la combinación de la unidad de pruebas no son de vuestro agrado, Asics tiene dos combinaciones de colores más para que podamos elegir la que más se adapte a nuestros gustos personales.
Ya en nuestros pies, lo primero que percibimos son los generosos acolchados en la zona del talón y de la lengüeta, que aportan gran comodidad y confort. La flexibilidad es un punto que echamos en falta en estático, pues tan solo se percibe en un punto muy concreto de flexión en la zona delantera, veremos que tal será su funcionamiento dinámico. 
 

Ultra Boost ST

Adidas

>Adidas Ultra Boost ST

Primeras impresiones

Las Adidas Ultra Boost ST son un portento tecnológico y lo saben explotar porque tienen muchísimo estilo y te enamoran desde el momento en el que las tienes en tus manos por primera vez.
Actualmente es difícil tratar un tema relacionado con Adidas y el running y que el Boost no sea uno de los personajes principales pero creemos que la gente comete un error al simplificar las zapatillas únicamente al compuesto en sí ya que eso les hace olvidarse de cosas tan importantes o más.
Teníamos toneladas de información y referencias de las Adidas Ultra Boost ST y ya teníamos las Adidas Ultra Boost así que estábamos ansiosos porque nos llegaran para la prueba con lo que las desempaquetamos como posesos y nos quedamos muy gratamente sorprendidos al verlas porque rápidamente pudimos corroborar que todo lo que se decía de las evoluciones estaba ahí patente.
Se mantiene el gran bloque de Boost en la mediasuela, los tacos de la suela se han aplanado, la flexibilidad no ha disminuido ni un ápice, se ha relajado la pieza rígida del mediopié, el contrafuerte también se ha modificado y aparenta ser algo más práctico, el upper ha cambiado por completo y aparenta ser aún mejor, cordones mucho más prácticos, ...
Por supuesto, todo ello, conservando lo que nos gustó de las primeras o esa es la sensación que nos da la primera calzada en casa (pasó menos de un minuto desde que abrimos la caja hasta que teníamos una puesta en el pie)
Aun así, en esta primera batida sobre las Adidas Ulta Boost ST nos surgen unas cuantas dudas en cuanto al ajuste del collar que, aunque cómodo, quizá en un poco laxo o abierto de más, el ajuste fino del atado, que quizá queda un poco bajo, ...
No obstante, lo que mayor intriga nos genera es el tema de la estabilidad porque las sensaciones son rarísimas, como si la zapatilla estuviera inclinada hacia el exterior y nos echara el pie hacia fuera, sobre todo en la zona del talón. Esto, unido a la cantidad de opiniones diferentes que habíamos ido leyendo sobre el soporte de las Adidas Ultra Boost ST (unos decían que corrigen mucho, otros que apenas se nota, unos cuantos lo alababan por su adaptabilidad, ...) no hace sino incitarnos más aún a probarlas para tratar de resolver el enigma por nosotros mismos y tener así nuestra propia opinión, basada en nuestra experiencia.
Así que, dicho y hecho, fuera zapatilla (había que ir a trabajar) y directa a la mochila para estrenarla esa misma tarde corriendo con ella. Sí, a porta gayola, directamente a entrenar con ellas sin haberlas rodado previamente, nos jugamos el órdago por más que digamos siempre que no se debe hacer así pero, ¿acaso no están hechas las reglas para romperlas?
 

Autor: Jaume Consola, Morath (Rodrigo Borrego)

Fecha de publicación: null

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