Mizuno Wave Inspire 12 VS Adidas Ultra Boost ST

Wave Inspire 12

Mizuno

Mizuno Wave Inspire 12

Primeras impresiones

Cuando llegan a nuestras manos las Mizuno Wave Inspire 12, éstas vienen empaquetadas en la clásica caja de Mizuno, sin grandes aspavientos, sobria y con tonos azulados, sin ningún contenido adicional a las propias zapatillas (¿quién lo necesita ante este par de preciosidades?). 

En esta ocasión nos ha tocado analizar el modelo más sobrio de las Mizuno Wave Inspire 12, con colores negro-grisáceos y rojo, en lugar del modelo con los colores tradicionales de Mizuno, azul eléctrico y amarillo fosforescente. Particularmente, me alegro, ya que son las típicas zapatillas tan efectivas como para correr una media maratón con garantías y, al mismo tiempo, suficientemente elegantes como para no desentonar si las usamos con unos tejanos. En este sentido, si hay que ponerles un pero sería el que son unas zapatillas “matinales” ya que no incorporan ningún elemento mínimamente reflectante que ayude a identificarnos si somos corredores nocturnos.

Al tenerlas en las manos apreciamos el primer cambio respecto a las versiones anteriores de este modelo: las Mizuno Wave Inspire 12 son ligeramente más pesadas que sus antecesoras. No obstante, no atribuimos este aumento de peso a un error del fabricante sino más bien a todo lo contrario. Parece que con esta nueva versión de las Wave Inspire, la casa japonesa ha conseguido finalmente que la gama Inspire encuentren su lugar en el mundo. Nos explicamos. Al igual que sus predecesoras, las Mizuno Wave Inspire 12, son unas zapatillas destinadas a los ligeramente pronadores que requieren de estabilidad pero, a diferencia de las anteriores, han dejado de intentar reducir su gramaje en el intento de acercarse a las zapatillas de competición para centrarse en afianzar las características que las convierten en unas grandes zapatillas de entrenamiento para los que son exigentes pero sin ínfulas olímpicas.
 

Ultra Boost ST

Adidas

>Adidas Ultra Boost ST

Primeras impresiones

Las Adidas Ultra Boost ST son un portento tecnológico y lo saben explotar porque tienen muchísimo estilo y te enamoran desde el momento en el que las tienes en tus manos por primera vez.
Actualmente es difícil tratar un tema relacionado con Adidas y el running y que el Boost no sea uno de los personajes principales pero creemos que la gente comete un error al simplificar las zapatillas únicamente al compuesto en sí ya que eso les hace olvidarse de cosas tan importantes o más.
Teníamos toneladas de información y referencias de las Adidas Ultra Boost ST y ya teníamos las Adidas Ultra Boost así que estábamos ansiosos porque nos llegaran para la prueba con lo que las desempaquetamos como posesos y nos quedamos muy gratamente sorprendidos al verlas porque rápidamente pudimos corroborar que todo lo que se decía de las evoluciones estaba ahí patente.
Se mantiene el gran bloque de Boost en la mediasuela, los tacos de la suela se han aplanado, la flexibilidad no ha disminuido ni un ápice, se ha relajado la pieza rígida del mediopié, el contrafuerte también se ha modificado y aparenta ser algo más práctico, el upper ha cambiado por completo y aparenta ser aún mejor, cordones mucho más prácticos, ...
Por supuesto, todo ello, conservando lo que nos gustó de las primeras o esa es la sensación que nos da la primera calzada en casa (pasó menos de un minuto desde que abrimos la caja hasta que teníamos una puesta en el pie)
Aun así, en esta primera batida sobre las Adidas Ulta Boost ST nos surgen unas cuantas dudas en cuanto al ajuste del collar que, aunque cómodo, quizá en un poco laxo o abierto de más, el ajuste fino del atado, que quizá queda un poco bajo, ...
No obstante, lo que mayor intriga nos genera es el tema de la estabilidad porque las sensaciones son rarísimas, como si la zapatilla estuviera inclinada hacia el exterior y nos echara el pie hacia fuera, sobre todo en la zona del talón. Esto, unido a la cantidad de opiniones diferentes que habíamos ido leyendo sobre el soporte de las Adidas Ultra Boost ST (unos decían que corrigen mucho, otros que apenas se nota, unos cuantos lo alababan por su adaptabilidad, ...) no hace sino incitarnos más aún a probarlas para tratar de resolver el enigma por nosotros mismos y tener así nuestra propia opinión, basada en nuestra experiencia.
Así que, dicho y hecho, fuera zapatilla (había que ir a trabajar) y directa a la mochila para estrenarla esa misma tarde corriendo con ella. Sí, a porta gayola, directamente a entrenar con ellas sin haberlas rodado previamente, nos jugamos el órdago por más que digamos siempre que no se debe hacer así pero, ¿acaso no están hechas las reglas para romperlas?
 

Autor: Joaquim, Morath (Rodrigo Borrego)

Fecha de publicación: null

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